Cantabria es una región que, con su combinación de costa, montaña y naturaleza, ofrece una gran variedad de lugares pintorescos para explorar. Desde encantadores pueblos pesqueros hasta aldeas de montaña con vistas impresionantes, aquí te presentamos ocho pueblos de Cantabria que merecen un lugar en tu lista de visitas.
1. Santillana del Mar: Un Pueblo de Leyenda
Santillana del Mar es conocido como “el pueblo de las tres mentiras” porque ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Sin embargo, lo que no le falta es encanto histórico. Este pueblo medieval tiene calles empedradas y casonas de piedra, lo que lo convierte en uno de los destinos turísticos más visitados de Cantabria. No puedes perderte la Colegiata de Santa Juliana. Este monumento de arquitectura románica data del siglo XII. Además, las numerosas galerías de arte que adornan sus calles también son un atractivo imperdible.
2. Comillas: Un Tesoro Modernista
Comillas es un verdadero museo al aire libre de la arquitectura modernista. El Capricho de Gaudí, una de las pocas obras fuera de Cataluña del famoso arquitecto Antoni Gaudí, es la joya de este pueblo costero. Además, el Palacio de Sobrellano y la Universidad Pontificia añaden un toque de majestuosidad a la ya impresionante línea costera. Por otro lado, un paseo por su casco antiguo revela hermosas casas de indianos, ricos emigrantes que regresaron de América con fortunas.
3. Potes: Corazón del Valle de Liébana
Ubicado en el corazón del Valle de Liébana, Potes es el punto de partida perfecto para explorar el Parque Nacional de los Picos de Europa. El pueblo en sí es una encantadora mezcla de casas de piedra, puentes antiguos y torres defensivas. La Torre del Infantado, que data del siglo XV, es uno de los monumentos más emblemáticos del lugar. Además, Potes es conocido por su gastronomía, en particular por el cocido lebaniego, un plato contundente ideal para reponer energías tras una caminata por los Picos.
4. San Vicente de la Barquera: Un Paraíso Costero
San Vicente de la Barquera es un pueblo que combina el encanto de un puerto pesquero tradicional con playas de arena dorada y paisajes de ensueño. La Iglesia de Santa María de los Ángeles, una joya del gótico cántabro, domina el horizonte del pueblo. Mientras tanto, el Castillo del Rey ofrece vistas panorámicas sobre la ría y el mar Cantábrico. Además, su rica gastronomía, basada en productos del mar, es otro de los grandes atractivos de este lugar.
5. Liérganes: Historia y Naturaleza
Liérganes es un pueblo con una historia rica y fascinante, famoso por la leyenda del Hombre Pez. Pasear por sus calles es retroceder en el tiempo. Con sus casonas de piedra y el puente romano sobre el río Miera, este pueblo es una joya histórica. No te pierdas el Balneario de Liérganes, un lugar ideal para disfrutar de sus aguas termales. A poca distancia, se encuentra el Parque Natural de Cabárceno, donde podrás observar una gran diversidad de fauna en semilibertad.
6. Bárcena Mayor: Un Viaje al Pasado
Bárcena Mayor es considerado uno de los pueblos más antiguos de Cantabria y ha sido declarado conjunto histórico-artístico. Sus calles empedradas y las casas de piedra con balcones de madera, junto al entorno natural que lo rodea, hacen de este lugar un destino imprescindible. Ubicado en el corazón del Parque Natural Saja-Besaya, Bárcena Mayor es también el punto de partida ideal para rutas de senderismo. Estas rutas te llevarán a través de bosques frondosos y ríos cristalinos.
7. Castro Urdiales: Historia y Modernidad en la Costa
Castro Urdiales es una ciudad costera que combina historia y modernidad a la perfección. El Castillo de Santa Ana, el puente medieval y la iglesia de Santa María de la Asunción forman un conjunto arquitectónico impresionante junto al mar. Además, su paseo marítimo, sus playas y su animada vida cultural y nocturna hacen de Castro Urdiales un destino muy popular tanto para turistas como para locales. Su gastronomía, con platos como las anchoas y el marmitako, es otro de sus grandes atractivos.
8. Carmona: Encanto Rural en el Valle de Cabuérniga
Carmona es un pequeño pueblo que ha sabido conservar su arquitectura tradicional montañesa. Sus casonas de piedra, con tejados de teja roja y balcones floridos, crean un paisaje de postal. El entorno natural que rodea Carmona es ideal para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza. Numerosas rutas de senderismo parten del pueblo. Además, Carmona es conocido por su artesanía local, en particular la cestería y la cerámica.